20 jul 2009

Las aventuras de los calcetines rosas y el atracón de croquetas de patatas



Un miércoles de un julio de calor insoportable malagueño. 08.15h. de la mañana. Tirorirorariii, rorirooo, tiii, tirorirorirooo. Mi móvil. Antonio y su papá venían a por mí y luego al aeropuerto. Facturación rápida, búsqueda de puerta y embarque...y empezamos a descubrir...De repente nos encontramos en una zona nueva del aeropuerto que ninguno de los dos habíamos visto antes, una terminal nueva, un pasillo renovado o vete a saber...

Un buen vuelo con escala en la T4 madrileña e interminable y nuestro próximo destino la H,J,K (me parece), en español, a dónde picó el pollo. Footing, embarque y buen vuelo.
Después de 3h. y 20m. llegamos al aeropuerto de A coruña que nos recibió con las manos abiertas y un airecito fresco e inesperado para mis pinreles. Nos trasladamos a nuestro hostal en taxi y por el camino admiramos la diferencia que hay entre nuestra ciudad y ésta.

La tarde me pareció perfecta para llevar a Antonio a conocer Santiago de Compostela. Nunca nos salen mal los planes, por ello fué "dicho y hecho" y sin pensarlo mucho llegamos en tren hasta ésta ciudad que es Patrimonio de la Humanidad. Almorzamos sentados en una mesa de una callecita empedrada. Nuestra primera ración de pulpo de tantas, vieiras (peregrinas en Málaga) y pimientos del padrón que en cada plato hay unos que pican y otros no! Visita forzosa a la Catedral, plazitas de alrededores, callecitas empedradas llenas de tiendas, balaustradas de piedra, café en la cima de unas escaleras...



Praza de Fonseca,Santiago de Compostela, A Coruña (Galicia)


Bailando con la música callejera, como siempre... Fresquito en demasía pero tengo unos brazos calentitos que me arropan. Volvemos a La Coruña. Como unos locos buscamos unas tenis y unos calcetines. Resulta que el fresquito se estaba apoderando de mis pies enchanclados y no me traje otro tipo de zapatos (ni calcetines, claro). Rápida compra de tenis y...unos calcetines rosas que nunca utilicé, la verdad, tenían mala pinta pero era lo único que había en la tienda y los compré por si acaso. Menos mal que Antonio es mucho más listo que yo y siempre lleva calcetines a mansalva. Cambio radical de ropa: pantalón, tenis, rebeca y pañuelo!...los pies hecho polvito...quién nos lo iba a decir.

No hay nada que no arregle una Croqueta de Patata...por eso, mi niño salvador, me llevó hasta ellas y desde ese momento establecimos una amistad que nos hacía llamarnos cada noche a eso de la hora de cenar...qué ricas! Bueno, en La Bombilla que es como se llama este punto de encuentro, todo está rico, todas las tapas a 1 euro y es increible como la gente se agolpa en los pocos metros cuadrados y las dos mesas exteriores (sin sillas) que tiene el establecimiento. Pero es que es normal, la gente no es tonta, merece la pena comer de pie y seguir el camino con mucho más ánimo y vitaminas...


La Bombilla, c/de la Galera, 7, A Coruña

Otra visita importante del tapeo coruñés es el bar de las tortillas rellenas (ni idea de como se llamaba), mmm...no digo na! Y también el Cocodrilo, llamado así por su "tapa cocodrilo" que quitan el sentío, además de sus choricitos criollos y sus patatas fritas! Total, tres visitas obligadas cada noche...y nosotros tan contentos! Después de la pechá de cenar y de conocer éstas callecillas de La Coruña llenas de gente aunque fuera miércoles nos fuimos a dormir.

Nuestros aposentos estaban en un pequeñito Hostal llamado Carbonara (mágico) dónde las cortinas estaban hechas de tiras de spaguettis y de la ducha, en vez de agua, brotaba la salsa boloñesa!...exquisito! y te dejaba el pelo...con un brillo! Fuera bromas, el Hostal estaba genial. Para ser la primera vez que me hospedo en un hostal cuando me voy de vacaciones, tengo que decir, que a Antonio se le está pegando algo de mi superagentismo!(fue él el encargado de reservarlo). Céntrico, limpísimo (incluidos los spaguetis), la gente super amable (menos una canija amargá que había) y muy cómodo.


Por la mañana nos esperaba Mundos Digitales, el VIII Festival de Animación, Efectos Especiales, Videojuegos y Arquitectura Digital. Se celebraba en la Fundación Caixa Galicia, un edificio dedicado a estos eventos y exposiciones con unas instalaciones envidiables. Éste era nuestro cometido y aprobamos con nota:
- Un día en la vida de un efecto.
- Técnicas de edición de imágines basadas en la percepción.
- Personajes de Planet 51.

- Nike. The next level.
- Llenando el Vaticano.

- Cortometrajes... mi favorito
CHICORY ´N´COFFEE - ...etc.

Nuestras mañanas y tardes estaban llenas de ponencias en inglés, de presentaciones, de ver maravillas y quedarnos con la boca abierta y de manos agarradas.
A horas tempranas nos desayunabamos en el barecillo de enfrente del hostal, el camarero ya era nuestro amiguillo: comimos churros fríos con azúcar y chocolate y nuestros "pitufos" con jamón; el camarero pensó que le pedíamos un dulce en vez de un bocadillo cuando le dijimos: "un pitufito, por favor". Al medio día aprovechábamos para deleitarnos con la cocina coruñesa: vieiras, pulpo, empanada gallega, sopa gallega, pimientos del padrón, lacón con grelos (no aconsejados)... A veces más acertados, otras mucho menos, tengo que decir que no se come nada mal en La Coruña.

Las noches eran otra historia: paseitos para abrir el apetito, parada obligatoria en La Bombilla para coger fuerzas, seguida de un Cocodrilo o una tortilla rellena y lo que encartara...Algunas de ellas nos acompaba Miguel, un amigo de Antonio que asistía al Festival y al que conocimos allí mismo. Aunque las jornadas terminaban tarde siempre teníamos tiempo de hacer algo de turismo antes de la cena, conocimos el Paseo Marítimo de La Coruña, la Plaza de María Pita, las calles del centro histórico, el jardín de Mendez Núñez... sin olvidarnos nunca la chaqueta porque por la noche hacía más fresquito aún.



Oceano Atlántico, A Coruña


Estatua de María Pita en la Plaza con su mismo nombre.
Heroína de la defensa de La Coruña en 1589 contra la Armada Inglesa.

...Pero merecía la pena pasar un poco de frío, A Coruña es húmeda, con olor al agua del mar, acogedora, extraña porque aún estando en España parecíamos estar fuera porque todo está en gallego, limpia... El último día de nuestro viaje era domingo. Nos avisaron de que se anunciaba lluvia y pensamos que no podía ser, todos los demás días el cielo había estado despejado. Pero el sábado por la noche el cielo empezó a vengarse de nosotros! Nos llevaron a un Cocktailen un club en el mismo paseo marítimo con vistas al mar, un sitio agradable donde repusimos fuerzas y nos despedimos de todos y de todo. Mientras paseamos hasta el centro vimos como se acercaban las nubes...


Playa de Riazor, A Coruña.

Mientras íbamos al Club conocimos a una abuelilla que también iba al Club casualmente y con la que estuvimos charlando y tapeando allí. Era una abuelita encantadora, pena que no le echara una foto. El paseo de vuelta fue mágico pero es que yo ya estoy a costumbrada a eso. Foto de pieses, besos y abrazos al aíre libre.

Después visita obligatoria, las calles a reventar de gente, me llamó la atención la de gente y familias y parejas con niños que había en la calle siendo ya noche, supongo que aprovecharían el poco buen tiempo que les quedaba.


Porque el domingo amaneció chispeando. Chiribiri vaya. El cielo gris, hacía entre calor y frío. Yo tenía un recado que hacer y era comprar una empanada para una amiga y además estaba frita por presentarle a Antonio la Torre de Hércules y por subirme en tranvía!...y eso hicimos. Gracias a una mujer que nos guió para encontrar una panadería pudimos comprarla.

Luego comenzamos a andar y andar y andar mientras chispeaba y nos refrescaba el airecillo y divisamos la Torre de Hércules después de andar un ratito. Merece la pena. Está solitaria triunfante y desafiante en aquella montaña verde. No nos dió tiempo a subir pero tampoco se habría visto mucho por el mal tiempo. Es una Torre Faro, romano, único, todavía en funcionamiento.



Torre de Hércules del siglo I

Y una vez admiramos la estampa, esperamos al tranvía.


Tranvía Turístico, A Coruña

Y nos recogió y disfruté como una enanilla, me encantó, un paseito por el mismo paseo marítimo en un tranvía de los de madera...precioso!...Y para terminar, gambas al ajillo ardiendo, empanada y nuestros céntimos como recuerdo en una pared llena de ellos...y regresar...



Sirena en las rocas de la playa


Curiosidades (no hay que perderse):
  • Las tapas, en especial las de la Bombilla y el Cocodrilo.
  • Santiago de Compostela. Es muy fácil llegar desde A coruña en tren, hay horarios cada 45-50 min. y tarda otros tantos en llegar. Y desde el centro a la estación se llega fácil cogiendo el bus en San Andrés.
  • El marisco, las vieiras sobretodo, las hacen gratinadas con una salsa de trocitos de pescado, bienísimas. A las sardinas pequeñas las llaman parrochas (pachorras?jeje).
  • Los paseos al atardecer.
  • La playa de arena canela y fina.
  • El tranvía turístico pero atípico.
  • Trasladarse del aeropuerto al centro cuesta en taxi unos 18 euros, en bus 1€ más o menos y pasa cada 1 hora en finde y cada 30 min en días laborales.
  • Si necesitáis ayuda en un momento de pérdida, alzad la mirada..."en todas las ciudades hay un Joan"...ya lo entenderéis.
  • Que no os engañen el lacón con grelos está malo, malo, remalo!


"Habíamos estado por separado, quizás habíamos visto lo mismo en diferentes tiempos y circunstancias pero parecía todo nuevo, contigo todo es diferente"

4 comentarios:

Antonio dijo...

Yo estuve allí! Que suerte tener esos ojitos tuyo que lo ven todo tan bien.. :)

juani dijo...

jooo no me habias dicho na de estoooo...sniff snifff...ta mu guay niñaaaa

ESENCIA dijo...

Es aqui la tienda de botijos? uy no perdon!!! ya que habia traído los cascos. Bueno hasta luego.
Un besito preciussssss

Rubi dijo...

juani: es que lo he hecho hace unos días y no he caido en avisarte!...bienvenido!jejej

mihermano: aquí se venden cogotazos! cuántos te pongo?...jaajjaja muaaakkasss

mi niño: y yo contigo!!! oleeee